Suelo laminado rodapie

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Rodapiés para suelos laminados

El rodapié es un elemento esencial al instalar suelo laminado, ya que cumple varias funciones importantes:

Estética: Cubre la junta de dilatación que se deja entre el suelo laminado y la pared. Esta junta es necesaria para permitir que el suelo se expanda y contraiga con los cambios de temperatura y humedad, evitando que se abombe o se levante. El rodapié proporciona un acabado limpio y profesional, integrando el suelo con el resto de la estancia.
Protección: Protege la parte inferior de la pared de golpes, rozaduras y el desgaste diario.
Ocultación de Cables: En algunos casos, el rodapié puede tener un hueco para ocultar cables, contribuyendo a un espacio más ordenado.

Existen varios tipos de rodapiés que se pueden combinar con el suelo laminado, variando en material, diseño y forma de instalación:

Rodapié de MDF/DM (Fibra de Densidad Media): Es el tipo más común y económico. Suelen estar recubiertos con una lámina decorativa que imita la madera o que es de color blanco, negro, etc. Son fáciles de cortar y de instalar.
Rodapié de PVC: Resistente a la humedad, ideal para zonas como baños o cocinas, aunque el suelo laminado no suele ser la mejor opción para estas estancias a menos que sea un laminado especial resistente al agua.
Rodapié de Madera Maciza: Ofrecen un acabado más premium y duradero. Se pueden teñir o pintar para combinar perfectamente con el suelo o con la decoración. Son más caros que los de MDF.
Rodapié a Juego con el Suelo Laminado: Muchos fabricantes de suelo laminado ofrecen rodapiés que tienen exactamente el mismo diseño y color que el suelo, lo que crea una continuidad visual perfecta.
Rodapié Lacado Blanco: Una opción muy popular que aporta luminosidad y un estilo moderno, combinando bien con la mayoría de los suelos laminados y colores de pared.

Altura y Grosor: La altura estándar suele ser entre 7 y 12 cm, aunque hay opciones más altas o más bajas. El grosor debe ser suficiente para cubrir la junta de dilatación.
Color y Acabado: Puedes optar por un rodapié que combine exactamente con el suelo, uno que combine con el color de las puertas y marcos, o un rodapié blanco para un contraste limpio.
Instalación: El rodapié se fija a la pared, no al suelo, para permitir la expansión y contracción del suelo. Se puede pegar con adhesivo de montaje, clavar o atornillar. En las esquinas se cortan a inglete (45 grados) para un acabado limpio.
Accesorios: Para las esquinas interiores y exteriores, así como para las uniones, existen piezas especiales (esquineras y uniones) que facilitan la instalación y dan un acabado más profesional, especialmente si no se dominan los cortes a inglete.

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